Una luz para decir adiós al vello corporal
La eliminación del vello corporal no deseado es una cuestión estética de gran importancia para muchas mujeres y cada vez para un mayor número de hombres. El afeitado, la cera y las cremas depilatorias son los métodos tradicionales más utilizados para la eliminación del vello no deseado. Estas técnicas tienen el gran inconveniente de que el pelo vuelve a salir al poco tiempo, por lo que deben repetirse con bastante regularidad. Una alternativa a estos métodos es la depilación eléctrica, pero también tiene algunas objeciones importantes: es una técnica invasiva, dolorosa y lenta que en ocasiones puede producir pequeñas cicatrices antiestéticas, reacciones alérgicas y otros efectos no deseados.
La eliminación del vello mediante el láser es, frente a todas estas opciones, un método de supresión del crecimiento capilar rápido y seguro que además deja los poros y los tejidos de la piel intactos. Esta técnica permite eliminar el vello de todas las partes del cuerpo incluyendo el mentón, el labio superior, las mejillas, las orejas, la nariz, la frente, el cuello, las axilas, los brazos, el tórax, las areolas, la espalda, la línea alba, las ingles y las piernas.
Además de la estética, existen otras causas por las que se recomienda la depilación láser, como por ejemplo la eliminación de vello no deseado originado por determinadas enfermedades o el consumo de algunos medicamentos. A los pacientes con hirsutismo (brote de vello en lugares de la piel inusuales) les puede beneficiar además un tratamiento médico adicional al láser que el especialista valorará mediante un examen clínico y pruebas complementarias.
Procedimiento
El proceso de depilación con láser se inicia con la aplicación de una pequeña pieza de mano que emite sucesivos pulsos de luz láser sobre la piel. La raíz del pelo absorbe la luz láser provocando su destrucción.
Durante la sesión, deberá protegerse los ojos con unas gafas específicas según el tipo de láser. Aunque las sesiones suelen ser indoloras, algunos pacientes puede sentir una leve molestia en los tratamientos muy extensos, por lo que es recomendable dividirlos en dos tiempos que pueden durar entre diez minutos y una hora, dependiendo de la zona a tratar.
A pesar de que en cada sesión se elimina todo el vello de la zona tratada, sólo un veinte por ciento aproximadamente se destruye de forma permanente. El resto reaparece al cabo de mes y medio, pero irá disminuyendo en esa proporción con cada nueva depilación láser.
Debido a que el pelo crece por ciclos, esta técnica es efectiva solamente durante la fase de crecimiento capilar. El número de sesiones dependerá del grosor y el color del vello de cada paciente y de la región que desee tratarse.
Hospitalización
La depilación con láser no requiere hospitalización. Se realiza en la consulta del especialista con carácter ambulatorio.
Anestesia
La depilación con láser se realiza de forma ambulatoria y no necesita anestesia. Únicamente se aplica un spray de gas frío antes de cada impacto sobre la zona a tratar para evitar posibles molestias leves.
Preoperatorio
Si usted está pensando en probar el método de depilación con láser, es importante que no tome el sol ni rayos UVA durante el mes previo a la sesión. También es recomendable no utilizar maquillajes ni productos cosméticos sobre la piel en los días anteriores al tratamiento para que el resultado sea más efectivo.
No deberá utilizar cera ni arrancar el vello con las pinzas dos semanas antes de realizarse la depilación con láser.
Cuidados posteriores
Después del tratamiento, deberá evitar los focos de calor como la sauna, la piscina, los baños de agua caliente, las estufas, etc. También es necesario que utilice protección solar total y es recomendable empezar productos cosméticos nuevos.
Entre sesión y sesión, el vello tarda aproximadamente dos meses en salir. Si llegado el momento no puede realizarse una nueva depilación láser, puede depilarse la zona con algún sistema que no arranque la raíz del vello..