Sin grasa de cintura para abajo
La lipodistrofia es una acumulación de grasa en un lugar determinado del cuerpo que desarmoniza la figura. Se trata de una alteración bastante habitual producida por causas hereditarias u hormonales. Estas localizaciones, que pueden variar en función del sexo, se dan con mayor frecuencia en el abdomen, en nalgas y caderas, muslos, rodillas e incluso bajo el mentón.
Existen diversos procedimientos para eliminar ese exceso de grasa, desde tratamientos tópicos hasta infiltraciones de diferentes productos. El inconveniente de estas técnicas es que, en el mejor de los casos, vacían de células grasas la zona afectada pero no las eliminan totalmente, por lo que pueden volver a aparecer. Frente a ellas, la liposucción permite suprimir los depósitos de grasa de determinadas zonas del cuerpo que se resisten a desaparecer con la práctica regular de ejercicio y el seguimiento de una dieta equilibrada.
Aunque son dos alteraciones que coexisten con frecuencia, no debemos confundir la lipodistrofia con la celulitis. La celulitis es un trastorno en la estructura de la grasa más superficial que se manifiesta por la típica piel de naranja, pero no depende de la cantidad de grasa acumulada. Es importante tener clara esta distinción ya que la liposucción combate la lipodistrofia, no la celulitis, aunque puede ayudar a mejorarla.
Pueden someterse a una liposucción todas aquellas personas que, pese a estar dentro de su peso ideal, tienen depósitos de grasa en áreas localizadas y pretenden mejorar su apariencia física mediante su eliminación. La obtención de un buen resultado en el tratamiento de las lipodistrofias dependerá de una adecuada delimitación de las zonas a operar, la extracción del volumen necesario y uniforme de grasa, la calidad de la piel del paciente y un estricto seguimiento de las indicaciones postoperatorias.
Recomendaciones preoperatorio
Como en todas las intervenciones, el examen médico previo es imprescindible para detectar cualquier posible anomalía que pudiera contraindicar la operación.
Durante la primera consulta, el especialista le asesorará sobre todas las opciones existentes para solucionar su problema, evaluará cuidadosamente su estado de salud y escuchará sus expectativas. Después determinará en qué lugares del cuerpo se acumula la grasa y calculará el volumen aproximado a extraer necesario para recuperar un contorno corporal adecuado, teniendo siempre en cuenta la calidad de la piel de la zona a intervenir.
Si usted es fumador/-a y desea realizarse una liposucción, deberá abstenerse de fumar durante al menos dos semanas antes y dos semanas después de la intervención, ya que el tabaco puede afectar de manera muy negativa la cicatrización de la herida. Si está tomando algún tipo de medicación, es muy importante que informe al cirujano antes de la operación.
Procedimiento
La liposucción es un procedimiento quirúrgico que consiste en la eliminación de la grasa sobrante en el área del cuerpo afectada mediante su aspiración con finas cánulas que se insertan a través de pequeñas incisiones en los depósitos grasos situados bajo la piel. Con la succión de la grasa sobrante, se consigue moldear la zona tratada con la consiguiente mejora de la figura y el contorno.
Esta técnica debe su creciente popularidad a su efectividad. La grasa extraída no vuelve a aparecer porque las células grasas dejan de reproducirse al acabar la pubertad. Por lo tanto, siempre que la liposucción se realice a partir de los dieciséis años aproximadamente, la lipodistrofia no reaparecerá.
La duración de la cirugía varía en función de la cantidad de grasa a extraer y del número de zonas a intervenir. Una vez finalizada la liposucción, el paciente deberá llevar una faja de compresión elástica durante un mes que le ayudará a reacomodar la piel sobre el nuevo volumen.
Hospitalización
El tratamiento se realiza en una sola sesión y el paciente deberá permanecer en la clínica 24 horas.
Anestesia
Su cirujano plástico decidirá qué tipo de anestesia es más conveniente dependiendo la zona a intervenir y el volumen de grasa a extraer. Si la región afectada no es muy extensa, la cirugía se efectuará con anestesia local o regional. Cuando la liposucción va a realizarse en una zona amplia o afecta a diferentes áreas, es posible que elija emplear anestesia general. En las liposucciones realizadas con anestesia local, el paciente puede notar alguna fricción durante la intervención.
Preoperatorio
Como en todas las intervenciones, el examen médico previo es imprescindible para detectar cualquier posible anomalía que pudiera contraindicar la operación.
Durante la primera consulta, el especialista le asesorará sobre todas las opciones existentes para solucionar su problema, evaluará cuidadosamente su estado de salud y escuchará sus expectativas. Después determinará en qué lugares del cuerpo se acumula la grasa y calculará el volumen aproximado a extraer necesario para recuperar un contorno corporal adecuado, teniendo siempre en cuenta la calidad de la piel de la zona a intervenir.
Si usted es fumador/-a y desea realizarse una liposucción, deberá abstenerse de fumar durante al menos dos semanas antes y dos semanas después de la intervención, ya que el tabaco puede afectar de manera muy negativa la cicatrización de la herida. Si está tomando algún tipo de medicación, es muy importante que informe al cirujano antes de la operación.
Cuidados posteriores
Después de la liposucción y a lo largo del primer mes, deberá utilizarse una faja y realizarse masajes en la zona tratada para controlar la inflamación y facilitar que la piel se adapte al nuevo contorno. En la mayoría de los casos, el postoperatorio es de 24 horas. Además de la hinchazón y los hematomas propios de la intervención, la liposucción deja unas diminutas cicatrices apenas perceptibles, ya que las cánulas por las que se aspira la grasa son muy finas. Es necesario que transcurra un tiempo para que estas señales desaparezcan y los resultados puedan apreciarse al cien por cien. En cuanto a las posibles molestias, dependerán de la región tratada y de la extensión. La zona del abdomen suele ser más dolorosa. Las liposucciones en rodillas y muslos también producen molestias notables los primeros días pero se controlan bien con los analgésicos. Deberán realizarse masajes de drenaje linfático dos veces por semana durante los primeros dos meses para facilitar la recuperación. Existen una serie de cuidados básicos que son convenientes seguir para garantizar el éxito de la liposucción. Al salir de la clínica, es posible viajar. Únicamente deberá tenerse en cuenta, de cara a la planificación, que habrá que volver a la consulta para retirar los puntos de sutura. Las actividades habituales pueden retomarse dos días después de la operación excepto practicar ejercicio físico, que deberá esperar entre dos y tres semanas, en función de la extensión tratada. Durante la primera semana no es posible bañarse. Es más recomendable realizar duchas rápidas de agua templada. También es importante evitar el sol y los rayos UVA durante los dos primeros meses para que no se formen manchas oscuras en la piel, ni utilizar la sauna hasta transcurridos tres meses desde la intervención para evitar un aumento de la inflamación.