Mentoplastia

Restablecer el equilibrio, ganar en armonía

La valoración estética de la cara ha de  realizarse en función de la relación tridimensional existente entre cada una de sus zonas. Por este motivo sus relieves óseos adquieren una gran importancia, y entre estos podemos destacar los pómulos y el mentón. Unos pómulos poco desarrollados otorgan al rostro un aspecto plano y envejecido, pero si son excesivos pueden dar lugar a un aspecto agresivo y poco elegante. Por otra parte, un mentón insuficiente distorsiona el plano facial y el contorno de la boca y además acorta la profundidad del cuello. Aunque una barbilla demasiado pronunciada resulta bastante inestética especialmente en la mujer. En estos casos la cirugía puede ser una buena solución estética y en ocasiones se combina con otros procedimientos estético-quirúrgicos de la cara, tales como el Lifting o la Rinoplastia.

 

Procedimiento

El aumento de mentón puede hacerse por los mismos procedimientos que el de los pómulos. En este caso, el implante de prótesis se hace por vía endobucal con lo cual tampoco se dejan cicatrices. También existe la posibilidad de aumentar el mentón mediante grasa propia.

 

Hospitalización

Generalmente sólo se precisa un día de hospitalización, salvo que sea un procedimiento combinado con otras operaciones que necesiten mayor tiempo.

Anestesia

La intervención puede realizarse bajo anestesia local. Cuando se realiza combinada con otros procedimientos quirúrgicos, dependerá de la anestesia necesaria para los mismos.

Preoperatorio

Como en el resto de las operaciones faciales el estado de la piel es importante para el éxito de la intervención. En el caso del mentón se deben descartar afecciones bucales, tales como gingivitis, o cualquier tipo de infección dental.

Cuidados posteriores

Tras el implante debe mantenerse una cuidada desinfección de la zona, especialmente si el implante se ha hecho por vía endobucal. El edema puede persistir algún tiempo, pudiendo mejorarse mediante masaje de drenaje linfático.